Si en algún momento de tu existencia viste la película de Yo, Robot conocerás al personaje de el detective Spooner y del Robot Sonny, de su genial historia detectivesca para encontrar al asesino del Doctor Lanning. Gran parte del éxito se debe a la genial interpretación de Will Smith y de Alan Tudyk. Estos personajes están ligeramente basados en los protagonistas del segundo libro de esta saga, el detective de la Tierra Elijah Baley y el robot del planeta Aurora R. Daneel Olivaw.
Para ponerlos en contexto la historia se desarrolla en un futuro lejano en donde la humanidad ha colonizado unas cuantas docenas de planetas en el espacio, la Tierra deja de colonizar y corta contacto con los demás planetas sumiéndose en un nuevo oscurantismo sin tener grandes avances tecnológicos. Los espaciales tienen grandes avances mejorando tanto la colonización como en la calidad de vida. Después de siglos de distanciamiento las ex colonias espaciales de la Tierra han creado sus propios usos y costumbres como así también una florida cultura derivada de la propia vida fuera de la Tierra. Los terrícolas en cambio se mudan a enormes ciudades abovedadas en las cuales se vuelven casi prisioneros de ellas, desconociendo lo que son los espacios abiertos y el aire libre en general.
La historia transcurre mientras la primer embajada de los espaciales esta en conversaciones para unir a la tierra en la comunidad planetaria, cuando dentro de la embajada asesinan a uno de los espaciales, el doctor Sarton, cocreador de uno de los primeros de robots de apariencia humana, R. Daneel Olivaw.
Julius Enderby, el Superintendente, le encarga la investigación a su amigo Elijah Baley, detective a la antigua, muy perspicaz pero con ciertos problemas con la autoridad. La misión es básicamente una bomba de tiempo, si se resuelve puede generar conflictos entre la comunidad planetaria y la Tierra; pero si no se resuelve hay grandes probabilidades de que las relaciones con los espaciales se corten definitivamente con las consecuentes represalias para su carrera. Para complicar las cosas se le asigna un agente de los espaciales para que lo asesore en sus costumbres, el robot R. Daneel Olivaw.
Al mejor estilo de un policial negro la historia se desarrolla con hipótesis varias siendo estas descartadas de una en una, mientras nuestros protagonistas conocen un poco de sus culturas (no sin algunos tropezones), de la relación de los espacianos con los robots y de las muchas cosas que diferencian a los espacianos y a los terrícolas.
En este primer caso nos muestran mas que nada las costumbres de la Tierra, el como la sociedad se a recluido en las hacinadas ciudades mientras que el campo deshabitado esta totalmente automatizado, todo es metrópolis, gente viviendo encima de gente, la tecnología estancada y la sociedad en pseudo decadencia. Si me preguntan es de aquí de donde se tomaron las ideas para la ambientación de Blade Runner.
La novela transcurre de manera fluida, es muy descriptiva del como se vive en la gran ciudad y de las fobias de los terrícolas a los robots y a los espacios abiertos. La relación entre los protagonistas se encamina hacia una amistad no sin grandes obstáculos por parte de los prejuicios de Elijah.
En resumen, es una muy buena novela con grandes tintes de policial negro que cimienta las bases para lo que vendrá en un futuro de la saga, con un gran detective digno de las novelas de los años 50, es entretenida y los capítulos finales no te dejaran mover los ojos.
Lean que no se van a agitar por leer.

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