Diario de Eugenio Robles 0: Nuevo diario nuevas historias

Nuevo diario nuevas historias

18 de agosto de 2023


Siempre he creído que la realidad es más extraña que la ficción. En mis años como periodista de investigación criminal, desentrañé la vileza humana, esas grietas donde la luz de la justicia apenas logra filtrarse. Vi rostros endurecidos por la culpa y manos manchadas por la ambición. Pero algo siempre faltaba. Las piezas nunca encajaban del todo.

Hace poco, en uno de esos callejones oscuros que suelo frecuentar, un viejo conocido me habló de algo distinto. "Eugenio," me dijo mientras se inclinaba hacia mí, "lo que realmente buscas no está en las sombras de los hombres, sino en las sombras que los rodean." Al principio, lo tomé como un desvarío de borracho, pero luego algo se encendió en mi interior.

Hay cosas que escapan a la comprensión lógica: luces que se encienden sin explicación, voces que susurran nombres en habitaciones vacías, huellas que aparecen en el polvo donde nadie ha caminado. Las historias abundan, desde el altiplano jujeño hasta las costas frías de Tierra del Fuego. Leyendas, cuentos de viejas, o algo más.

Este nuevo diario es mi declaración de intenciones. Dejo atrás las investigaciones criminales para seguir un camino más peligroso, más incierto: lo paranormal. Mi pluma ya no se detendrá en crímenes de carne y hueso; buscará aquello que desafía la razón y la ciencia. Porque, después de todo, ¿qué es un periodista sino un buscador de la verdad? Aunque esa verdad sea incómoda

El cambio no es repentino. Hace un par de semanas se cumplieron 9 años de la muerte de Jimena, mi esposa que sigue siendo una sombra alargada en mi vida. Algunos días, siento su presencia; otros, escucho su risa en el viento. Si hay algo después de esta vida, si el alma realmente deja un eco en este mundo, quiero saberlo. No por curiosidad, sino por necesidad.

Mi primera parada será La Plata, dicen que hay un reloj antiguo que distorisiona el paso del tiempo. Amanda, la nueva dueña, jura que su tío hizo algo en esa casa que no es del todo terrenal ¿Es solo superstición? Quizá. Pero si hay algo real, lo encontraré.

Cada caso será un rompecabezas, cada historia un hilo enredado. Algunas serán fraudes, otras, malentendidos. Pero tal vez, entre las mentiras y las distorsiones, haya algo auténtico, algo que desafíe nuestra concepción de la vida y la muerte.

Este no es un camino fácil, lo sé. El ridículo acecha. Ya puedo escuchar las risas de mis antiguos colegas, imaginarlos preguntando si ahora me dedico a cazar fantasmas en vez de criminales. Pero no me importa. Al final del día, la verdad siempre importa, sin importar el precio o el destino.

Hoy, más que nunca, siento que la frontera entre lo real y lo imposible es más tenue de lo que nos atrevemos a admitir. Y yo, Eugenio Robles, estoy listo para cruzarla.

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